EL SÓTANO DE DIOS IV



De Izquierda a Derecha: Oscar Pirot, Diego Palmath, Eduardo Fariña, Elvira Lozano y Ada Menéndez.

Los vicios de la noche

“Esos golpes sangrientos son las crepitaciones
de algún pan que en la puerta del horno se nos quema”

Esos golpes hay que darlos y no recibirlos, Vallejo los recibió y esa fue la marca indeleble en toda su obra, esos versos no son gratuitos y supongo que en está época de olvidos es necesario ir con el látigo para contrarrestar el alzhéimer que produce todo lo inorgánico, todo el gran artilugio del “sistema” que controla casi sin intención. Desde el último Sótano de Deus (el cuarto por cierto), vengo pensando que está costumbre iniciada hace unos meses atrás, es una costumbre inusual (que yo sepa no conozco de otros recitales con propuesta de audiovisuales en la ciudad), es un acto que no pretende pasar desapercibido, pues observo desde esta posición que sino se comentara las particularidades de la noche caeríamos en un olvido contumaz, signo que no va con el espíritu del colectivo presente.

Ya ven como se me va el tema yo aquí tenia que agradecer a todos los poetas que leyeron el viernes pasado en la sala Morrisey y mis líneas anteriores son lo que comúnmente dicen en estas estepas “se me va la pinza” espero que no se me vaya hacia los parroquianos que esa noche no dejaron de hablar de fútbol y del nuevo escaparate del paseo independencia, bueno lo importante es que estuvieron bebiendo, ajenos pero estuvieron, fueron unos cuatro y de vez en cuando bajaban la voz diciendo “Chicos no hablen tan fuerte que están leyendo algo” perdonen pero decir en España “no hablen tan fuerte” es como decir en Irak: dejen de disparar, aunque; y aquí está lo único entrañable, la gente que se aproximó con el verdadero interés de oír poesía, puso oído clínico, vista infrarroja y sed cristiana, ese hecho, sólo ése hecho es para estar bien claros con lo que queremos hacer. Salud por todos aquellos gentiles cuyo acto físico es fundamental y también por los que no pudieron estar pues espero que en algún momento su mente se haya ido hasta las catacumbas de Dios. En todos los espacios y de todas las maneras saludo vuestro interés.



Sergio Algora y Elvira Lozano hicieron sin sospecharlo un juego entre el Humo y el Humor, Elvira se quedo en el aire flotando con humo verdaderamente revelador y Sergio lanzó cuchillas de ironía insospechada, creo que ese vino blanco que se bebió entre bambalinas hizo gran efecto.



Oscar Pirot y quien escribe. Esa Sangre en el Mar Rojo fue lo que mejor quedó del arte piroteano además de ser un fiero estratega del Distrito Federal, compartimos una cerveza y creo que el gusto será digno de recordar en futuras reuniones. Respecto a mi otro, el que leyó, prefiero que los presentes sepan descuartizarme sin miedo.




Eduardo Fariña y Ada Menéndez , el primero divinamente metiendo caña. Ada entregándose al público con textos que se ramifícaron , que se doblaron y finalmente antes las inusitadas exclamaciones auditivas.



Alex Stige, es nuevamente el personaje musical del Sótano, desde la primera vez que se puso frente al publico no defraudó, realmente saludo su trabajo incluso debo reconocer algún sonido de rock latinoamericano, me recuerda a esos conciertos donde perdía pasta y conocimiento por estepas Americanas.

El maestro de los vicios también estuvo de maestro de ceremonias, digo eso del “maestro de los vicios” con la única finalidad de justificar el título de allá arriba, Francho Aijón, además de regalarnos esa pequeña obra de teatro para la Revista ofició de algo que sabe llevar bien: pararse frente a un grupo de gente que está alcoholizándose lenta e inconscientemente. Debo antes que nada pedir una disculpa oficial pues no encuentro una imagen suya en mi aparato fotográfico, mea culpa, estimado comensal, ya pagaré con uno de esos vinos que hace tiempo no libamos y desde luego una de esas conversaciones sobre los nuevos Bukowskis sospechosos del mundo literario español.


Pronto diremos en este Blog los lugares donde adquirir la revista, y claro desde ahora se está preparando un nuevo Sótano, demorará es cierto pues habrán novedades ineludibles, hasta ese día.

Diego Palmath.